A día de hoy es necesario generar una nueva confianza entre las personas, para poder encontrar puntos de apoyo y de equilibrio entre nosotros, que nos hagan sentir optimistas y así nos sea más fácil colaborar, luchar y trabajar en colectividad. Prosperar y conseguir salir a flote de la situación actual en la que nos encontramos, sólo es posible si todos nos disponemos a trabajar en equipo, disponiendo de una base común en la que todas las partes son iguales y cooperan a la hora de determinar el resultado más ventajoso para todos, siempre siendo poseedores de una información completa sobre la estructura que nos sostiene.

El proyecto que aquí presento trata de fomentar la idea de equipo, esfuerzo y desarrollo a través del juego, y porque no, a través de la risa y la diversión, un proyecto que sirva de base para generar toda una serie de actividades artísticas abiertas a la socialización y a la colaboración de diferentes personas.

Campo de Acción consiste en la construcción de un campo de fútbol de un tamaño de diez metros por diez, cuyos márgenes (las líneas que delimitan un campo convencional) han sido rediseñados y cambiados de posición para crear un nuevo campo de juego, un campo con forma de tablero gigante a escala humana, para ser usado durante y posteriormente a un taller donde se desarrollarán las reglas de su uso.

La transformación de este campo de fútbol se lleva a cabo porque las reglas de un juego no se pueden cambiar cuando se encuentran tan instauradas y aceptadas por los que lo practican y lo siguen, para ello tienes que desplazarte, ir a otro lugar y empezar un nuevo juego, si éste consigue funcionar, al final lo puedes sustituir por el modelo antiguo o simplemente dar por inventado un nuevo campo de acción. Este campo de acción será un lugar para empezar de cero, un lugar para la experimentación y el juego, donde las reglas y las normas se irán diseñando sobre la marcha a través de un consenso que tienen que llevar a cabo los participantes.

Para poder llevar a cabo esta experiencia performativa, construido el campo de juego dará comienzo un “taller” o “laboratorio”, cuya duración será de unos cinco días aproximados. En el taller yo haré un papel de arbitro, más que de docente, donde iré gestionando las reglas que vayan definiendo el tablero, a la vez que haré un papel de moderador entre los participantes de este happening comunitario.

En un campo de fútbol juegan dos equipos adversarios, donde al finalizar el partido suele haber un ganador y un perdedor. En este nuevo campo de juego se partirá de un equipo en un principio (los participantes), y este equipo será el encargado de empezar a desarrollar y diseñar las normas que definan el nuevo campo.

El resultado podrá ser de lo más amplio, ya que eso será lo que decidirán los “jugadores”. Se empezará partiendo de la idea de fútbol y juego, donde poder mezclar el acto lúdico con el acto creativo, relacionando los conceptos: juego, arte y vida, para después reconstruirlo y transformarlo en lo que los participantes crean mejor, siempre teniendo que ser aceptado por todos sus integrantes.

Todo el proceso será registrado y documentado.