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Guía política del hogar
por Colectivo El Banquete

Guía política del hogar by Colectivo El Banquete

Concebimos la actividad política en imágenes: partidos, logos, voces y colores. Este tipo de política se configura como el modelo oficial y público, destinado a sectores de la población total cuya representación termina construyéndose a través de cifras. Con este proyecto intentamos desencadenar acciones y experiencias entorno a la vivencia de la política como un ejercicio más allá de lo masivo y lo oficial. Introducir esta actividad como algo ordinario, algo que forma parte de nuestro día a día y de nuestras vivencias. Experiencias propias, vividas en primera persona. Algo que habita en nuestra vida privada asentándose en nuestros espacios, en nuestra casa.

Pretendemos pues, generar reflexión sobre las formas de poder oficiales y extraoficiales. Hablar de la política como algo que no es lejano o ajeno, sino que se configura desde nuestros propios hogares, entendiendo así nuestra relevancia como ciudadanos.

Este proyecto pues, toma distancia de la política de masas u oficial para generar otro tipo de actividad: la política doméstica. La política doméstica es una forma de poder: aquella que se apropia de modelos y teorías ideológicas para su transformación y adecuación a otras, esta vez, privadas e individuales en el hogar. Dentro de una casa ocurren cosas. Una casa es un puñado de metros cuadrados, un espacio, hogar, templo, parlamento, ministerio o centro de operaciones. La política doméstica nos permite deconstruir la actividad política de masas y edificar una propia identificativa e individual, la cual puede ser administrada y compartida con libertad. El espacio doméstico ofrece por tanto un lugar de reflexión y crítica, de concienciación y de cuestionamiento, al fin y al cabo, un espacio de creación y actividad política al margen de las instituciones.

La materialización del proyecto en su planteamiento técnico consiste en la creación y distribución anónima de una publicación denominada “Guía política del hogar”. Este documento, de una tirada numerada de 2500 ejemplares, será buzoneado durante el mes de septiembre en diferentes distritos de Madrid, haciendo una selección aleatoria de los destinatarios consiguiendo así una heterogeneidad de lectores de diferentes estratos sociopolíticos, socioeconómicos y socioculturales.

En el interior de la guía se presentan cuatro capítulos que narran de manera retórica cuatro formas de empoderamiento del espacio privado, con el objetivo de provocar una concienciación o activación individual al margen de toda ideología política oficial. A parte de estos apartados, se incluye una conclusión o nota aclaratoria independiente de los mismos. Mediante este texto final se pretende ahondar en las motivaciones conceptuales de la creación de dicha publicación, explicando así, el fin de la misma.

La “Guía política del hogar” se presenta como un objeto tangible cuya finalidad no es física sino que el valor de la publicación y su contenido es dado por el propio lector.

A través de la táctica del buzoneo se intenta subrayar la importancia del lector y sus decisiones: aceptar o desechar aquello que ha recibido, leer o interpretar, reaccionar frente al contenido, compartirlo, debatirlo o reciclarlo. Podemos decir que la publicación sólo es un engranaje visible dentro de un mecanismo invisible. Con ella se pretende la concienciación, mejor dicho, empujar a la autoconcienciación del poder del lector que la sostiene. A través de esa política doméstica se pretende llegar a la valía política del individuo como un ciudadano que va más allá de las ideologías dogmáticas. Un ciudadano con poder: crítico y reflexivo, responsable y coherente, consciente de sus deberes y sus derechos, es decir, un verdadero líder. 

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El Banquete es un colectivo que desarrolla proyectos relacionados con la experiencia cotidiana como valor artístico. Las obras se originan en torno a la confrontación de lo privado y lo público y el cuestionamiento de diferentes sistemas de poderes colectivos e individuales a través de la investigación de lo cotidiano y lo doméstico. De este modo, la metodología de trabajo del colectivo consiste en la relectura política de las acciones cotidianas y el entorno diario: los proyectos se articulan como apropiaciones lúdicas y experiencias subjetivas que pretenden actuar como desencadenantes de reflexión. Pues es esta apropiación individual, liberación y distorsión de significado, la que da lugar a la fractura donde se puede cultivar un entendimiento crítico, y una situación de empoderamiento. El colectivo se sirve de acciones e intervenciones que se documentan mediante fotografías y escritos. Todo ese registro que se plantea desde una estética cuidada y limpia, que incluso alberga una apariencia naïf e ingenua, confrontándose de este modo con un contenido discursivo opuesto. Esta doble lectura, la visual frente a la discursiva es otra forma de evidenciar la polaridad de lo cotidiano y lo doméstico.

El Goethe-Institut y los demás colaboradores no se responsabilizan de las declaraciones expresadas por los artistas en sus respectivos proyectos.